El suicidio
El 10 de septiembre del 2020 fue el Día Mundial para la Prevención del Suicidio. En una sociedad saludable es importante poder tratar esta realidad con el respeto y la empatía que se merece. A continuación os dejamos un escrito y reflexión. No se ha utilizado ningún nombre en concreto para facilitar identificarse solo con las personas, con cualquier persona más allá del nombre que tengan.
Relato sobre el suicidio
“C” se levantó aquel día sabiendo que sería el último. Llevaba tiempo pensando en ello y ya había tomado la decisión. La vida se le hacía cada vez más pesada y no encontraba salida. Pensaba en su desesperación y ya no podía soportar más la energía que le suponía cada despertar hacer frente al nuevo día. Había buscado información sobre distintas maneras de llevarlo a cabo y finalmente, cuando encontró la que consideraba que sería capaz, decidió el día y lugar. Antes intentó despedirse de la poca gente que realmente quería. La tecnología ayudaba en ello. Instantes antes de hacerlo pensó que sería todo muy rápido pero el tiempo juega malas pasadas y se le estaba haciendo muy largo… Tuvo ganas de llamar a su amigo, pero estaba convencido de que estaría en clase y no lo hizo, le envió una nota de voz para que la escuchase al salir de la uni. A quien sí llamó fue a su hermana, era la última voz que quería escuchar, pero solo la oyó por aquel mensaje de voz que le ayudó a grabar para el contestador de su móvil… Se sentía solo y así es como se fue…
“D” era muy amigo de “C”. Llevaba días preocupado porque lo veía mal y estaba enfadado con él, no podía ser que cada dos por tres estuviera tan amargado de la vida. Cuando pasó lo de “C” estaba en época de exámenes. Nunca olvidó en su vida el día que al salir de la uni escuchó la nota de voz de “C”. Supo que se había ido para siempre y de su garganta salió un grito de dolor que se convirtió en un alarido y se escuchó en varias manzanas de donde estaba. La gente se acercó a él y encontraron a un joven caído de rodillas en el suelo llorando. Algunos de sus amigos se acercaron y le ayudaron a levantarse. Esa muerte a “D” le cambió la vida. Tardó tiempo en volver a sentir la vida con la despreocupación que tenía antes y no porque no hubiera tenido problemas a lo largo de su historia, pero la soledad de “C” se apoderaba de él, en parte se sentía culpable por las broncas que habían tenido los últimos días y porque pensaba que igual si él hubiese actuado diferente “C” aún estaría aquí… O no…
La hermana de “C” nunca superó la muerte de su hermano. Se pasó muchos meses escuchando el mensaje de voz que le había enviado y no podía parar de llorar. A pesar de que los profesionales que la llevaban le aconsejaron no hacerlo, en aquel entonces era lo único que consideraba le conectaba con los últimos momentos de su hermano. Le costó sentir que había otros recuerdos muy importantes de la vida que habían compartido juntos. Lentamente volvió a retomar su vida, pero había un trozo de su corazón que había muerto con su hermano. A lo largo de su vida siempre le acompañó la duda de que si hubiese estado más atenta podría haberlo evitado… O no…
Los padres de “C” tampoco pudieron superar esta prueba que les puso la vida, estas eran las palabras que utilizaba su madre. Ella se encerró en su mundo y para protegerse decidió culpar al carácter de su hijo, que para ella era difícil y complicado. No entendía con todo lo que había luchado ella que él se lo pagase de esta manera, bastantes problemas había tenido en su vida para añadirle otro más, además la gente no hacía más que mirarla con aquellos ojos y se ponía mala, no quería relacionarse con nadie. De hecho, decidió que lo mejor era mudarse a otro sitio que no tuviera nada que ver. En cambio, su padre se volcó en su trabajo y su vida empezó a girar única y exclusivamente en trabajar y de vez en cuando beber… Ninguno de los dos se planteó conscientemente si podrían haberlo evitado… o no…
Algunos compañeros de trabajo de “C” se sintieron muy afectados por la noticia. “C” era un chico muy trabajador y divertido, de hecho, más de uno pensaba que llegaría lejos porque se le veían cualidades…, en cambio él nunca se había percatado de ello. Hubo compañeros que a raíz de su muerte decidieron hacer un cambio de vida. Se plantearon muchas cosas. Era muy duro vivir de cerca la muerte inesperada de un compañero y más de esta manera. Esta experiencia les hizo cambiar su visión de la vida y decidirse a tomar las riendas de la suya.
Reflexión sobre el suicidio
La muerte siempre es dura y más cuando es por decisión personal. Socialmente está muy estigmatizado y no se hace más que enjuiciar al que lo hace y a su entorno. Lo que fomenta una doble herida y soledad.
Detrás de cada suicidio hay una persona que como mínimo se ha sentido muy sola y desesperada como para tomar esa decisión tan radical y extremadamente dura.
Detrás de cada persona que se suicida hay un entorno familiar y amigos más íntimos o menos que les cambia la vida generalmente para sentirse tristes, solos, rabiosos, vacíos, ¿culpables?, etc, etc, etc., y tener que afrontar en su día a día esta herida que les quedará para toda su vida y de ellos dependerá si aprenden a cicatrizarla o no.
También detrás de cada suicidio quedan compañeros, conocidos, a los que este drama no les será indiferente.
Es trabajo de todos conseguir que las personas que viven una situación así se sientan menos solas y juzgadas y más acompañadas por el entorno en el que viven cada día del resto de sus vidas.
Ana Mª Alepuz
Psicóloga