LLAMAR AHORA
WHATSAPP

Lunes a Viernes

Passeig del Canal, 31, baixos, 08970 Sant Joan Despí, Barcelona

Top

El miedo

El miedo es una emoción que nos conecta con el estado de alerta y/o de peligro. Sin embargo, que nos invada el miedo no quiere decir necesariamente que estemos ante un peligro real. Un ejemplo muy claro es el miedo a la oscuridad en les niñes y no tan niñes, donde el miedo viene por lo que nos imaginamos que podría pasarnos…

Al mismo tiempo, cuando el miedo se apodera de nosotres viene acompañado de un inmovilismo interno que desencadena una tendencia a evitar aquellas situaciones que relacionamos con el miedo, a paralizarnos, a tener pensamientos que nos limitan y que acabamos sintiendo como verdaderos.

Pero si somos capaces de afrontar nuestros miedos reales y principalmente los no reales y aprendemos de ellos, el resultado es que nos volvemos más fuertes, más comprensives y nos empoderamos porque también aprendemos a CONFIAR en nosotres mismes.

Y esto es lo que vivió Luca el día que se atrevió a abrir los ojos cuando se sentía empapade de miedo, porque le aterrorizaba despertar a media noche sole en su cama y habitación, sin la compañía de alguno de sus padres.

Aquel día lo había pasado muy bien en la escuela, aunque al perder en los juegos de mesa a la hora del patio, no le había gustado demasiado… No sabía perder y se enfadaba al hacerlo.

Aquella noche al despertar vio que no le habían bajado la persiana de su habitación y se descubrió mirando a la luna. Estaba preciosa rodeada de estrellas. Nunca antes se había parado a mirarla como lo hacía esa noche. Le sorprendió sentir que le gustaba mucho porque se olvidó temporalmente del miedo aunque sólo por un breve instante… ¡Qué lástima!… Estaba a punto de ponerse a llorar cuando notó la ligera caricia del brillo de la luna en su cara y al mismo tiempo la escuchó decirle:

  • Luna: “¿Luca de qué tienes miedo?”
  • Y se sorprendió contestando: “Le tengo miedo a la oscuridad”.
  • Luna: Y, ¿por qué?, dijo ella.
  • Luca: “Porque no me deja ver y pienso que alguien que me quiere hacer daño”.
  • Luna: “Y, ¿alguna vez te ha pasado?, ¿te han hecho daño?”.
  • Luca: “No, pero si lo pienso y me lo imagino creo que va a pasar”.
  • Luna: “¡Qué bonita es la imaginación! A mi me gusta imaginarme muchas cosas cuando me aburro y así se me pasa el tiempo volando… Y no sé qué os pasa a los humanos con la oscuridad, no os dais cuenta de que si no fuera por ella no disfrutaríais de las estrellas, ni de mí, tampoco sabríais valorar al sol porque os cansaríais de él, además de todos los seres vivos que lo pasarían muy mal… incluidos vosotros… ¿Nunca te lo habías planteado así?.
  • Luca: “Pues no… y lo pensaré… pero sigo sintiendo que me da miedo la oscuridad…”.
  • Luna: “Te propongo un juego: a partir de ahora cuando lo vivas con miedo piensa en mí, que te acompaño durante toda la noche”.

Algo mágico tuvieron estas palabras para Luca porque ya no se despertó hasta que sonó el despertador y además lo hizo con una tranquilidad que no recordaba haber sentido antes y que ya no dejó escapar.

Nunca tuvo claro si pasó de verdad o fue un sueño, pero con los años seguía recordando esa noche con mucho cariño porque fue una de esas experiencias preciosas que le acompañaron el resto de su vida.

Ana María Alepuz
Psicóloga General Sanitaria

Oh no… Este formulario no existe. Regresar a la página de formas de administrar y seleccionar una forma diferente.
Share