El Regreso a la Escuela
Yo he sido una de las profesoras que en el mes de junio he acogido a los alumnos de educación infantil en la escuela.
Junto a las ganas de volver a la normalidad, también había mucha angustia por mantener las normas que desde sanidad nos pedían: distancia, no compartir juguetes, medidas de higiene, no contacto físico entre ellos…
Mirando aquella escena desde la distancia y con perspectiva me surgía la preocupación de cómo hacer que aquella situación, tan poco natural para la escuela y para el niño, no impregnase de miedo y de desazón aquel retorno y sobre todo a los grandes protagonistas, los niños y niñas.
Tenía que decirles “no toques al compañero, no toques los juguetes de los otros”.
¿Qué mensaje iba a darles con estas palabras? “El compañero es peligroso, es mejor no compartir y estar solo”.
Estamos ante unos niños, «personitas» en crecimiento, donde las palabras que decimos, queramos o no queramos, generan emociones, marcos mentales, percepción de la realidad.
Que importante es que nos paremos y pensemos ¿qué mensaje damos a los más pequeños?, para que la cultura del miedo no deje demasiada huella.
El miedo genera inseguridad, desconfianza, pasividad, agresividad. El futuro necesita personas creativas, con gran capacidad de adaptación a nuevas situaciones, solidarias y cooperativas, para poder construir un mundo cada vez más humano. Con espíritu crítico y profundamente conectadas con ellas mismas, con el planeta y con los otros.
Y esto solo se consigue ayudando a nuestras niñas y niños a creer en ellos y a sentirse seguros de lo que les rodea.
La seguridad va de la mano con la responsabilidad, no con miedo y la desconfianza.
Hagámosles responsables de su futuro poniendo nosotros palabras que despierten y generen memorias que ayuden a crecer y a ser libres.
Transformemos los mensajes en afirmaciones de oportunidad y positivas.
Rosalia Arnó. Maestra y logopeda